El nacimiento del cine, la eclosión de los esteriotipos en las grandes ciudades, una reflexión platónica sobre el arte, el vanguardismo desbordado en contemporaneidad, la experimentación metaliteraria, la búsqueda pirandielliana de personajes, aristócratas o mendigos, que le concedan al autor-protagonista inspiración y argumentos para escribir una novela. Esta acumulación es sólo un esbozo de lo que Salvador aunó en este libro, gracias al cual consigue caber con soltura en el círculo majestuoso de Cortázar, Marechal o Bolaño.